PIB de Brasil cae 0,1% en tercer trimestre y entra en recesión por segundo año consecutivo
La última cifra trimestral pone en evidencia los crecientes desafíos para la economía más grande de América Latina.
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La economía de Brasil cayó este año en una leve recesión, arrastrada por la sequía, la inflación y una alta tasa de interés, lo que asesta un golpe al presidente Jair Bolsonaro justo cuando se prepara para su campaña de reelección.
El PIB se contrajo un 0,1% en el tercer trimestre, luego de registrar una caída revisada del 0,4% en el segundo. En 12 meses la economía ha crecido un 4%, según la agencia de estadísticas del país.
La recesión evidencia crecientes desafíos para la economía más grande de América Latina. El desempleo se sitúa sobre el 12%, la inflación está en un máximo de cinco años y el Banco Central ha desatado la campaña de ajuste monetario más agresiva del mundo este año. Si bien la mayoría de los países está disfrutando de un fuerte crecimiento tras la pandemia, la actividad está perdiendo impulso en Brasil, a pesar del levantamiento de las restricciones por el coronavirus y una campaña de vacunación enormemente extendida.
De julio a septiembre y en medio de una sequía, el masivo sector agrícola se contrajo un 8% interanual, mientras que la industria no registró variación. Por otro lado, los servicios y el consumo familiar crecieron un 1,1% y un 0,9%, respectivamente.
Los desafíos de Brasil
Muchos de los problemas de Brasil que afectan a la economía son de naturaleza global: interrupciones en la cadena de suministro, la sequía que ha diezmado las tierras agrícolas y el aumento en los precios de las materias primas que están contribuyendo a la elevada inflación, lo que se traducirá en costos de endeudamiento aún más altos. Los operadores apuestan a un alza de tasas de interés de al menos 150 puntos básicos en la reunión de política de la próxima semana, lo que llevaría la tasa Selic (el símil de la TPM chilena) a 9,25%.
Sin embargo, parte de los problemas son autoinfligidos. Los inversionistas están cada vez más preocupados por las finanzas públicas a medida que Bolsonaro impulsa cambios en una ley de austeridad clave para poder aumentar el gasto social antes de las elecciones de 2022. Tales preocupaciones han llevado al real a perder alrededor del 8% de su valor frente al dólar este año, a pesar del aumento de las tasas de interés.
Los analistas encuestados por el Banco Central han reducido sus proyecciones de crecimiento durante los últimos dos meses, a medida que crecen las preguntas sobre la trayectoria fiscal de Brasil. Ahora prevén que el crecimiento económico se desacelerará a menos de 0,6% el próximo año desde 4,8% en 2021.